Satélites de Urano.
Titania.
Es la mayor de las lunas de Urano. Titania fue descubierta el 11 de enero de 1787 por William Herschel. Recibe su nombre del personaje Titani, la reina de las hadas en la obra El sueño de una noche de verano de William Shakespeare. Los satélites de Urano reciben sus nombres de personajes de ficción creados por William Shakespeare o Alexander Pope.
Titania es muy parecida a la luna Oberón, tanto en tamaño como en composición de la superficie y albedo que está entre 0,25 y 0,3, siendo su aspecto gris y bastante uniforme, a excepción de algunos brillantes rayos que emergen de algunos cráteres. Los rayos brillantes se forman en satélites helados cuando el impacto de la formación del cráter expulsa al exterior hielo limpio que antes estaba enterrado. No obstante sus similitudes, hay diferencias fundamentales en la evolución de estas dos lunas gemelas.
Posee un diámetro de 1578 km y no tiene atmósfera. Su densidad media es de 1,72 g/cm³ indicando una composición química de hielos con algunas componentes de rocas y silicatos. Debido a su proximidad con Urano su periodo de rotación es de 8,7 días, igual que su periodo orbital, estando gravitacionalmente acoplado al planeta central, es decir, presentando siempre la misma cara a Urano.
La lejanía de esta luna ha impedido estudiar su superficie con gran detalle ya que tan solo la sonda Voyager 2 ha podido aproximarse lo bastante para obtener imágenes de calidad.
Aunque su superficie, al igual que Oberón, tuvo que sufrir el impacto de cuerpos remanentes de la formación del Sistema Solar, y de ello son testigos algunos grandes cráteres, al contrario de Oberón, y por estar más cerca del planeta, sufrió de manera significativa el bombardeo con los restos de formación del sistema de satélites de Urano que fue posterior y que en el caso de Titania borró los grandes cráteres y causó, dada la irregularidad del segundo bombardeo, la existencia de llanuras.
La superficie de Titania presenta pruebas de tectónica global con estrechos valles limitados por fallas de estiramiento. Según el modelo aceptado para la evolución de Titania, durante el bombardeo heliocéntrico, ya empezó el vulcanismo a cubrir los grandes cráteres, bien por la acción de la lava, o bien porque la corteza estaba caliente y blanda y derrumbó sus paredes. La irradiación del calor interior enfrió al satélite desde fuera hacia su interior. El agua se congeló en su interior, aumentó su tamaño y la superficie entera del satélite tuvo que dilatarse, causando en la superficie una red de fallas de expansión, quizá acompañada de emisión de fluidos que causaron las llanuras actuales. Finalmente, y hace unos 3.000 millones de años, el bombardeo planetario terminó.
Posee un diámetro de 1578 km y no tiene atmósfera. Su densidad media es de 1,72 g/cm³ indicando una composición química de hielos con algunas componentes de rocas y silicatos. Debido a su proximidad con Urano su periodo de rotación es de 8,7 días, igual que su periodo orbital, estando gravitacionalmente acoplado al planeta central, es decir, presentando siempre la misma cara a Urano.
La lejanía de esta luna ha impedido estudiar su superficie con gran detalle ya que tan solo la sonda Voyager 2 ha podido aproximarse lo bastante para obtener imágenes de calidad.
Aunque su superficie, al igual que Oberón, tuvo que sufrir el impacto de cuerpos remanentes de la formación del Sistema Solar, y de ello son testigos algunos grandes cráteres, al contrario de Oberón, y por estar más cerca del planeta, sufrió de manera significativa el bombardeo con los restos de formación del sistema de satélites de Urano que fue posterior y que en el caso de Titania borró los grandes cráteres y causó, dada la irregularidad del segundo bombardeo, la existencia de llanuras.
La superficie de Titania presenta pruebas de tectónica global con estrechos valles limitados por fallas de estiramiento. Según el modelo aceptado para la evolución de Titania, durante el bombardeo heliocéntrico, ya empezó el vulcanismo a cubrir los grandes cráteres, bien por la acción de la lava, o bien porque la corteza estaba caliente y blanda y derrumbó sus paredes. La irradiación del calor interior enfrió al satélite desde fuera hacia su interior. El agua se congeló en su interior, aumentó su tamaño y la superficie entera del satélite tuvo que dilatarse, causando en la superficie una red de fallas de expansión, quizá acompañada de emisión de fluidos que causaron las llanuras actuales. Finalmente, y hace unos 3.000 millones de años, el bombardeo planetario terminó.
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